El hígado graso, o Esteatosis Hepática Metabólica (EHMet) es una acumulación de grasa en el hígado de forma abundante. Esto no es causado solo por el consumo de alcohol, sino por otros factores como la obesidad, la diabetes y ciertos problemas del sistema inmunológico. Aunque generalmente no presenta síntomas, puede llevar a problemas graves de salud si no se controla. Llevar un estilo de vida saludable, con una dieta equilibrada y ejercicio regular, es clave para prevenir y manejar esta enfermedad.
La progresión del hígado graso es alarmante, especialmente entre los jóvenes. Estudios indican que hasta el 80% de las personas con sobrepeso ya presentan hígado graso, aumentando su riesgo de desarrollar cirrosis a edades tempranas. Además, el diagnóstico de cáncer de hígado en pacientes con hígado graso en España se ha triplicado en la última década, y es posible que se convierta en causa de cáncer hepático en menos de diez años.
El hígado es como la cocina del cuerpo porque realiza muchas funciones esenciales para mantenernos saludables. Al igual que una cocina, el hígado procesa y distribuye nutrientes, filtra sustancias nocivas y almacena energía. Aquí te explico esta analogía y cómo «limpiar» tu hígado para mantenerlo funcionando bien:
Procesamiento de Nutrientes: Al igual que una cocina donde se preparan los alimentos, el hígado procesa los nutrientes de la comida que consumimos, convirtiéndolos en sustancias que el cuerpo puede usar.
Filtrado de Toxinas: El hígado actúa como un filtro, eliminando toxinas y desechos del cuerpo. Es similar a cómo una cocina debe mantenerse limpia para evitar la acumulación de basura y desperdicios.
Almacenamiento de Energía: El hígado almacena glucógeno, una forma de energía que el cuerpo puede usar cuando la necesita, similar a cómo almacenamos alimentos en una despensa para usarlos más tarde.
La Enfermedad Hepática Metabólica es la principal causa de Enfermedad Hepática Crónica. La mejor prevención consiste en llevar una supervisión médica y un estilo de vida saludable: seguir una dieta mediterránea sin alimentos ultraprocesados, alcohol ni refrescos azucarados, y realizar ejercicio regularmente (al menos 30 minutos al día).
Las enfermedades hepáticas muy a menudo son silenciosas y no generan síntomas, por lo que suelen diagnosticarse en fases avanzadas cuando el daño hepático ha progresado a fibrosis o cirrosis.
Para cuidar y prevenir el hígado graso sigue estos consejos:
Dieta Saludable: Come una dieta equilibrada rica en frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras. Evita los alimentos ultraprocesados, el exceso de azúcar y las grasas saturadas.
Hidratación Adecuada: Bebe suficiente agua para ayudar al hígado a filtrar y eliminar toxinas de manera eficiente.
Ejercicio Regular: Mantén una rutina de ejercicio regular, al menos 30 minutos al día, para promover la salud general y ayudar a prevenir la acumulación de grasa en el hígado.
Evitar el Alcohol y Drogas: Reduce el consumo de alcohol y evita el uso de drogas ilícitas para disminuir la carga de trabajo del hígado y prevenir daños.
Medicamentos con Precaución: Usa medicamentos y suplementos solo cuando sean necesarios y bajo la supervisión de un médico.
Siguiendo estos pasos, puedes ayudar a mantener tu hígado «limpio» y funcionando correctamente, como una cocina bien cuidada que garantiza que todo en el cuerpo funcione de manera óptima.
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