El perfil Básico del Test de Disbiosis Vaginal es la herramienta adecuada para estudiar la microbiota vaginal por método PCR, que permite mejorar y ampliar el estudio mediante cultivo. También se incluyen marcadores de la inflamación y pH. Este perfil no incluye las infeciones de transmisión sexual.
Este estudio es recomendable en procesos de seguimiento post tratamiento con probióticos o antibióticos.
La disbiosis vaginal es un desequilibrio en la flora microbiana de la vagina. En una vagina sana, hay una gran cantidad de bacterias beneficiosas, principalmente Lactobacillus, que ayudan a mantener un ambiente ácido y previenen la proliferación de microorganismos patógenos. La disbiosis vaginal ocurre cuando hay una disminución de estos lactobacilos y un aumento de bacterias nocivas u otros microorganismos como hongos.
Las causas de la disbiosis vaginal pueden incluir:
- Uso de antibióticos: Estos pueden eliminar no solo las bacterias patógenas, sino también las bacterias beneficiosas.
- Cambios hormonales: Durante el embarazo, la menopausia o el ciclo menstrual.
- Uso de productos irritantes: Jabones perfumados, duchas vaginales o productos de higiene femenina.
- Relaciones sexuales: El semen puede alterar el pH vaginal y los preservativos con espermicida pueden ser irritantes.
- Estrés y mala alimentación: Pueden afectar el sistema inmunológico y la microbiota.
Los síntomas de la disbiosis vaginal pueden incluir:
- Flujo vaginal anormal: En color, consistencia y olor.
- Picazón o irritación vaginal.
- Dolor o malestar durante las relaciones sexuales.
- Sensación de ardor al orinar.
El tratamiento de la disbiosis vaginal generalmente implica:
- Antibióticos o antimicóticos: Para tratar infecciones bacterianas o fúngicas.
- Probióticos: Para restaurar la flora bacteriana beneficiosa.
- Cambios en los hábitos de higiene: Evitar productos irritantes y duchas vaginales.
Es importante consultar a un profesional de la salud para un diagnóstico y tratamiento adecuados.