¿Cómo se puede estudiar el estrés oxidativo con una analítica de sangre?
Existen varios marcadores que pueden ser medidos en una analítica de sangre para evaluar el estrés oxidativo:
- Marcadores de daño oxidativo:
- Malondialdehído (MDA): Producto de la peroxidación lipídica, utilizado como indicador del daño a las membranas celulares.
- 4-hidroxinonenal (4-HNE): Otro producto de la peroxidación lipídica.
- Dímeros de tioles proteicos: Indican daño oxidativo a las proteínas.
- Marcadores de antioxidantes:
- Glutatión (GSH/GSSG): La relación entre glutatión reducido (GSH) y oxidado (GSSG) puede ser un indicador del estado redox celular.
- Superóxido dismutasa (SOD): Enzima antioxidante que cataliza la dismutación del anión superóxido en oxígeno y peróxido de hidrógeno.
- Catalasa (CAT): Enzima que convierte el peróxido de hidrógeno en agua y oxígeno.
- Vitamina C y E: Antioxidantes no enzimáticos que se pueden medir en el plasma.
- Otros marcadores:
- Nivel de especies reactivas de oxígeno (ROS): Aunque es más común medir estos niveles en cultivos celulares, también se pueden evaluar indirectamente en sangre.
- Biomarcadores inflamatorios: Como la proteína C reactiva (PCR) y la interleucina-6 (IL-6), ya que la inflamación crónica puede estar asociada con el estrés oxidativo.
Procedimiento para el análisis
El análisis de estos marcadores generalmente implica la extracción de una muestra de sangre venosa. A continuación, la muestra se procesa en un laboratorio utilizando técnicas como:
- Espectrofotometría: Para medir la concentración de MDA, SOD, catalasa y otros.
- Cromatografía líquida de alta resolución (HPLC): Para la determinación precisa de GSH/GSSG, vitaminas, y otros compuestos.
- Enzimas enlazadas a inmunosorbentes (ELISA): Para medir proteínas específicas y niveles de citoquinas inflamatorias.
Estas pruebas pueden proporcionar una imagen detallada del balance oxidativo en el cuerpo y ayudar en la identificación de condiciones asociadas con el estrés oxidativo.