¡Catecolaminas al rescate! Cuando el estrés se vuelve adrenalina pura
¿Alguna vez te has sentido con el corazón latiendo a mil por hora, las manos sudorosas y la respiración agitada ante una situación de estrés? ¡Pues ahí están las catecolaminas actuando!
¿Qué son las catecolaminas?
Las catecolaminas son un grupo de hormonas, entre las que se encuentran la adrenalina, la noradrenalina y la dopamina.
La respuesta de «lucha o huida»
Cuando nos enfrentamos a una situación estresante, nuestro cuerpo libera catecolaminas de forma rápida y masiva. Esto desencadena una serie de cambios fisiológicos que nos preparan para la «lucha o huida»:
- Aumento de la frecuencia cardíaca y la presión arterial
- Dilatación de las pupilas
- Aumento del flujo sanguíneo hacia los músculos
- Liberación de glucosa en la sangre para obtener energía
Más allá de la emergencia
Si bien las catecolaminas son esenciales para responder a situaciones de estrés agudo, su liberación crónica puede tener efectos negativos en nuestra salud. Niveles elevados de catecolaminas a largo plazo se han asociado con:
- Ansiedad y depresión
- Problemas cardiovasculares
- Insomnio
- Problemas digestivos
Midiendo las catecolaminas
Existen diversas formas de medir los niveles de catecolaminas en el cuerpo, como análisis de sangre, orina o saliva. Estas pruebas pueden ser útiles para evaluar la respuesta al estrés y diagnosticar ciertas condiciones médicas.
¿Qué pasa con la dopamina?
La dopamina, una de las catecolaminas, también juega un papel importante en el sistema de recompensa del cerebro. Su liberación está asociada a sensaciones de placer y bienestar. Sin embargo, el estrés crónico puede afectar negativamente los niveles de dopamina, lo que puede contribuir a la depresión y la falta de motivación.
¡Ojo!
Es importante recordar que este post es solo con fines informativos. Si te preocupa tu nivel de estrés o sospechas que tienes un desequilibrio hormonal, consulta con nuestro equipo de profesionales de la salud.
