Telerradiografía

La telerradiografía es esencial para la planificación del tratamiento ortodóncico y quirúrgico, ya que ofrece una vista detallada del perfil óseo del paciente, permitiendo a los especialistas analizar las relaciones angulares y lineales entre los huesos, los dientes y los tejidos blandos. Esta información es crucial para diagnosticar maloclusiones, asimetrías y otras anomalías del desarrollo óseo y dental.

La telerradiografía permite realizar mediciones precisas de varias estructuras y ángulos craneofaciales, como el análisis de Steiner, Ricketts, McNamara, entre otros, los cuales son fundamentales para establecer un diagnóstico preciso y formular un plan de tratamiento ortodóntico efectivo. Estas mediciones ayudan a identificar la relación entre los maxilares, la posición de los dientes con respecto a las bases óseas, y el equilibrio general de los tejidos blandos faciales.

Este tipo de radiografía también juega un papel crucial en la planificación de cirugías ortognáticas, que son procedimientos quirúrgicos realizados para corregir deformidades graves de los huesos faciales, incluyendo la mandíbula y el maxilar. Las imágenes proporcionan una vista completa del perfil óseo del paciente, ayudando a los cirujanos a planificar los cortes y reubicaciones óseas necesarias para lograr un resultado funcional y estético óptimo.

Cómo se lleva a cabo la Telerradiografía

Durante el procedimiento, el paciente se coloca de pie o sentado, y se le pide que muerda en una posición específica para estandarizar la orientación de la cabeza. Esto asegura que cada radiografía sea comparable con las anteriores o posteriores, lo que es vital para monitorizar el progreso del tratamiento a lo largo del tiempo. La máquina de rayos X se ubica a una distancia fija del paciente, generalmente alrededor de 1,5 a 2 metros, para asegurar una proyección uniforme y reducir las distorsiones.