¿Cómo funciona?
El ozono médico se introduce en las zonas afectadas (muslos, glúteos, abdomen, etc.) a través de microinyecciones subcutáneas (debajo de la piel), buscando alcanzar el tejido graso.
Una vez inyectado, el ozono actúa de la siguiente manera:
- Efecto Lipolítico (Reductor de Grasa): El ozono tiene la capacidad de descomponer (degradar) las cadenas largas de los ácidos grasos dentro de los adipocitos (células grasas). Esto facilita su movilización y eliminación a través del metabolismo corporal.
- Mejora de la Microcirculación y Oxigenación: La celulitis se asocia con una circulación deficiente y una mala oxigenación de los tejidos. El ozono:
- Estimula la microcirculación, aumentando el flujo sanguíneo en la zona.
- Mejora la liberación de oxígeno por parte de los glóbulos rojos, oxigenando los tejidos que estaban en un ambiente tóxico y desfavorecido.
- Acción Antiinflamatoria: Ayuda a reducir la inflamación local asociada al proceso celulítico.
- Regeneración de Tejidos: Estimula la producción de colágeno y elastina, lo que mejora la firmeza y la elasticidad de la piel, alisando el relieve cutáneo y la textura de la «piel de naranja».
Procedimiento y Resultados
- Aplicación: Se realiza mediante microinyecciones localizadas. Es un procedimiento ambulatorio y generalmente indoloro o con leve molestia.
- Sesiones: El número de sesiones varía según el grado de celulitis, pero el promedio suele ser de 6 a 15 sesiones con una frecuencia semanal o bisemanal.
- Resultados: A corto plazo, se nota una mejoría en la calidad de la piel (más lisa y elástica). Con el avance del tratamiento, se reduce el volumen, se alisa el relieve de la piel de naranja y el tejido gana firmeza.
Es importante señalar que, como cualquier tratamiento estético, la ozonoterapia debe ser realizada o supervisada por un profesional médico especializado y sus resultados se prolongan mejor si se complementan con un estilo de vida saludable (dieta y ejercicio).






